Pequeñito tributo

Por todas las veces que ya no podía más y me diste fuerza.
Por todas las veces que, exhausta, me empujaste hacia adelante.
Por todas las noches en que no dormía pero sí escribía.
Por todas las lunas que vi y por los amaneceres que estrené en ti.
Por todas las mañanas que llenaste de sentido y de sabor.
Por no permitir que me venciera y hacerme abrir los ojos.
Por todos los ratos que estuve alerta contigo y por ti.
Por acompañarme mientras aprendía lo nuevo de la vida.
Por asesorar mis pensamientos y decisiones durante todo el día.
Por ser testigo de tantas y tantas conversaciones.
Por confortarme y sanarme después de mis excesos.
Por hacer que me deleitara en inviernos y tardes lluviosas.
Por mi carrera universitaria y también por la profesional.
Porque siempre he sabido que existes y que cuento contigo.
Cuando no te he tenido, he sido un desastre sin control.
Mi vida no sería igual sin ti: sería un fracaso.
Gracias, cafeína.
Decir "te amo" me resulta penosamente insuficiente.

2 comentarios:

Lolo dijo...

jajajaja, una vez más... ¡soberbia, genial, muy tú!

Haytace dijo...

qué bueno que nos hayamos cruzado!!! jajajaja.
Con 2 de azúcar por favor!!!