Duda a la 1:20 a.m.

Me pregunto si tendremos un número limitado de milagros por vida. Así como de amigos verdaderos (¡cursi!), grandes amores, borracheras memorables, óvulos fértiles... fuerzas, días. ¿A cuántas segundas oportunidades somos acreedores al momento de nacer? ¿Sólo a una?

Una cuchara

Mi mundo es un vaso con agua y arena que alguien revuelve con una cuchara todo el tiempo últimamente. He perdido mis palabras, no puedo verlas. No sé dónde están ni dónde comenzar a buscarlas... pero hoy más que nunca confío en el tiempo y en la gravedad. Eventualmente, podrán más que la cuchara. Sí creo que la tormenta pasará.

Una a

El desatino tuvo hambre y eligió su a.
La devoró en un instante.
Desde ese día, todos vivimos confundidos
creyendo en un destino que no lo es.

Duele

Me duele que no me escuches.
Me duele, me duele y me duele.
Yo sólo quiero que me escuches.
¿Tú qué chingados quieres que haga?

Y se va...

Con lágrimas inesperadas por toda la cara y después de leer a una mujer sin la que no me concibo, repentinamente entendí el dolor. Lo vi tan claro. Y tuve una breve plática con algo adentro:

- Por supuesto, lo que me está doliendo tanto es soltar.
- ¿Pero soltar qué? ¿todavía... lo que nunca fue?
- No, en eso ya me terminé de retorcer, de verdad.
- ¿Entonces?
- Me duele todo lo que nunca será.
- Ah.

Duele. Mucho. Soltar la esperanza. El futuro difuso. La culpa. La ilusión. El yo sí, tú no. El darse cuenta. Muchos años más de pan con lo mismo. La impotencia. El letargo. La responsabilidad.

Una parte de mí se está muriendo y tiene que doler. Pero es mágico que sea justo la parte que se aferraba. Justo la parte que me gritaba que te estaba traicionando. Si se muere, se sueltan las cargas y yo me libero. Que descanse en paz, entonces.

Y se va... se va... se fue.

La hijedad

¿Alguien me puede explicar porque hay libros, cursos, escuelas, consejos para padres y no hay ni un "buena suerte" para los hijos?

Sí, es muy difícil tener un hijo; sí, ningún bebé trae manual, sí, te cambia la vida y no vuelves a dormir igual jamás. Sí, todo, ya. Pero bueno, estamos diseñados biológicamente para ser padres, ¡casi exclusivamente para eso! Algo se activará, no me vengan con cuentos... el instinto, yo qué chingados sé, ¡algo!

¿Y los hijos, qué? ¿Quién les tira un pedo? Sólo el ombligo que te lo recuerda cada que te ves la panza. Nada más. Nadie te explica esta cuestión de la "hijedad", nadie te dice qué hacer con tu padre o con tu madre por el resto de tu vida o dónde demonios ponerlo, cuáles son los límites o cuánto poder van a llegar a tener sobre ti por los siglos de los siglos. Y no. No "amén". Para eso es mi texto, para hacer lo que se me hinche la gana.

Es más, y sin afán de deprimir, ni siquiera hay palabra para esto de ser hijos. Existe "paternidad" pero "hijedad" tuve que inventarla ahorita para ti, mi queridísimo hijo de alguien. Como hijos no somos nada, es burdo, es casi hasta vulgar, ¡ja! Y sí, para esto de la hijedad sólo nos queda la terapia y la catarsis. Porque todos, todos, todos... somos profundamente y para siempre, hijos de un él y una ella. Y tendremos conflictos irresolutos internos y/o externos con uno de los dos o con los dos. Si hizo porque hizo y si no, porque no. Y esto, hijos míos... para siempre, jamás. Ahora sí: amén.

Va un "buena suerte" de mi parte. Por lo menos eso para ti hoy: buena suerte, neta.

Síntomas

Me siento rara, como si tuviera el cerebro inundado. Débil, mareada, con náuseas. Me cuesta respirar profundo, me sudan las manos y veo borroso. En cámara lenta y con los ojos a medias. Asco y un sabor extraño en la boca. Un dolor de cabeza que no acaba de llegar pero no acaba de irse. Siento que estoy pálida, me zumban los oídos. Ganas de llorar y la piel sumamente sensible. Con sed y sueño.

¿Será la tristeza? ¿Será la tiroides? ¿Será la temperatura? ¿Qué será?

Tengo que ir a hacerme esos análisis ya. Mañana mismo.

2:25

Algo de rock alternativo sonaba mientras atacaba sin clemencia mi indefensa cena vegetariana. Era la segunda vez que cenaba. Nada se puede hacer con el hambre, sólo darle por el lado y volver a comer. Un poco de pimienta al manjar, volteo hacia arriba y pienso: "hay demasiados focos prendidos en este lugar". Justo iba a soltar el tenedor para apagar un par de luces cuando suena el teléfono.

Contesto, escucho, hablo y cuelgo.

2 minutos y 25 segundos duró la llamada. ¿Acaso ha sido impuesta una nueva marca, señoras y señores? No, claro que no. Recuerden: pueden durar menos pero nunca duran más. Volver a repetir lo de costumbre nunca toma demasiado, está tan ensayado que casi sale natural. 2:25 no está mal.

Acto seguido: hombros, cabeza y sonrisa, al suelo. Irremediable. La misma fuerza los jaló hacia abajo a los tres y no fue precisamente la gravedad: fue la tristeza.

"Mierda. Tan tranquila que estaba. Mierda y mil veces mierda. Cada vez que hablamos es igual. Ya lo debería tener dominado. ¡Son años, por Dios, ya basta! Es toda una vida y sigo sin saber qué hacer. Esto no es normal."

Soy la mitad de nosotros. Soy el berrinche. Soy el estómago que delata. Soy los ojos que piensan en ti y la mirada que no te encuentra. Soy las manos que sudan. Soy la respuesta que no buscas. Soy la indiferencia. Soy el intento añejo. Soy el llanto que no sale. Soy los golpes en la mesa. Soy las pláticas en el sillón. Soy todo lo que no pudiste hacer para que yo hiciera. Soy todo lo que nunca has podido decirme. Soy todo el amor que te sigue esperando. Soy el orgullo escondido y la insuficiencia eterna. Soy la pregunta que se queda en el aire cuando tú decides dejar de hablar. Soy el ataque arrepentido. Soy tu silencio y tu risa nerviosa. Soy el respeto. Soy la paradoja. Soy la presión en el pecho y tu pie que no deja de moverse. Soy el vacío llenado de frustración. Soy una mentira, todas las mentiras que me cuento a mí misma para que me duela menos. Soy todo el sarcasmo que ha llegado a divertirme. Soy todo el teatro que monto cuando pretendo tenerlo bajo control. Y soy los títeres. Y soy el telón y las butacas vacías. Soy la resistencia y soy el cansancio. Soy la resignación mentirosa que no se resigna. Soy la infección que vuelve a supurar. Soy el largo camino de la cabeza al corazón... porque entendido lo tengo pero, al otro lado del teléfono, la gravedad francamente me hace los mandados. Soy dos dudas: ¿de verdad puedo hacer algo o de verdad voy a vivir así? Y soy la respuesta que no satisface. Soy los 2 con 25 que te compran la paz. Soy los 2 con 25 que me la roban a mí.

Me levanto de la mesa y dejo la cena a la mitad. Apago los demasiados focos prendidos y te imagino a ti. Tan sentado. Tan ansiosamente tranquilo. Tan acompañadamente solo. Tan lejos. Tan tú.

"San Juan"

Hoy huele a agua de junio y es mayo. Hoy escucho la lluvia de una noche de agosto y es mayo. Hoy salgo a respirar la tierra mojada de un día verde y es mayo. Hoy me despertó un trueno a media madrugada de julio y es mayo. Hoy casi meto los pies en un charco de septiembre y es mayo.

Hoy huele a futuro. Te espero, "San Juan", con ansias locas. No ha llovido pero lloverá... yo sé que lloverá.

Cínica

El cinismo antes me parecía cruel, oscuro.
Hoy me parece cruel, oscuro... exquisito y necesario.
¿Qué pasó?
El tiempo.

-tiva

De personalidad adictiva, activa, selectiva.
Perceptiva, alternativa, retentiva y no conflictiva.
No tan positiva ni tan ejecutiva... en perspectiva.
A la expectativa de la iniciativa.

Anónimo

El mundo tan lleno de anónimos.
Y yo, tratando de quitarme lo cobarde...