Regla de tránsito

Siempre me he sentido muy atraída por los símbolos. En palabras elegantes, por la semiótica en general. Lo que entendemos sin saber cómo y porque sí. Y sin poder olvidar ni matar ni evadir jamás. Lo que "resumimos" y nos resume. Los símbolos son y viven entre nosotros. Punto. ¿Quién olvida lo que significa una luz verde? ¿Quién no entiende una flecha hacia la izquierda? Nadie que lo haya sabido alguna vez. Nunca.

Hace muchos viernes por la noche robé un letrero de no estacionarse. Sí, lo robé del árbol donde vivía solo fuera de una casa grande y decidí que estaría mejor en mi departamento pequeño y conmigo. Lo clavé en una pared cerca del baño, tan contenta y orgullosa. Una bonita decoración... ¡y muy barata!

Pasaron meses, le tomé cariño.

Hace unos días, pensé en pintar esa pared donde estaba colgado y lo hice. El símbolo tuvo que ser trasladado a otro rincón de nuestro hogar. Hoy lo clavé en la pared naranja, la de la escalera con las plantitas. Justo de frente del lugar donde me siento a escribir. Lo vi y pensé: "no estacionarse: regla de tránsito... y ley de vida".

Es así de sencillo: los símbolos son claros y están vivos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

������