Qué bien

se siente elegir de entre dos grandes amores, el más grande. Y no de entre dos grandes miedos, el más pequeño.

Es comerme la fruta más rica, no la menos podrida. ¡Qué bien!


1 comentario:

Anónimo dijo...

G:
Gracias por este fructífero día, leída a toda tú ya me puedo dormir en paz... ¡salud!

L: (°-°)