Hagas lo que hagas

Dime que ya no quieres estar conmigo. Dime que te quieres quedar para siempre aquí. Dime la verdad, por brutal que sea. Miente si necesitas hacerlo. Oculta la verdad, omítela, evádela, báilale a un lado. Pasa, confiésate, llora, patalea, haz berrinche, reniega, rásgate la piel. Quítate la ropa, los zapatos, las excusas. Lárgate, regresa, pide perdón, trae flores, trae cena, ofrece disculpas, destiende la cama, usa el baño, toma mi mano, mis piernas, mi boca. Abrázame, opina lo que quieras, siéntete libre, hazme llorar, hazme el amor, dime lo que necesites decir, dime lo que necesites que sepa, escucha, pregunta lo que sea. Rómpete y derrámate por el suelo, pégate de nuevo. Derrítete, congélate, piensa en otra cosa al mirar por la ventana. Fúmate mis cigarros, bébete mis cervezas, abre el refrigerador y come lo que te apetezca. Deséame, dime que me deseas, tómame. Grita, jadea, tiembla. Ríe, duerme. Llega tarde, llega temprano, llega a tiempo, no llegues. Es más, no me hables más. Olvídate de mí, finge que nunca existí. Lo que quieras, seré tu cómplice perfecta y correré contigo hasta llegar al mar. 

Pero hagas lo que hagas, no me idealices. No me idealices, te lo pido como pocas cosas pido. Recuerda que estoy tan rota o más que tú y que cualquiera. No hagas como que no me has visto las costuras y los hilos reventados. ¡Porque los tengo! Te los puedo mostrar otra vez... si soportas verlos.

Yo no soy el repositorio de tus fantasías, no seas egoísta. No me cuelgues cosas en las que tú necesites creer; no merezco eso. Pobres árboles de Navidad con sus luces de plástico y sus esferitas de colores, con las ilusiones ajenas pendiéndoles de las ramas secas. Yo no soy ningún pino. Atrévete a verme de verdad, aunque te duela.

Hagas lo que hagas, no me pongas en un altar porque yo no sé qué tienen las alturas que me dan ganas de brincar. Será que el espíritu libre es medio suicida. Idealízame y sin pensarlo dos veces, saltaré al vacío. En segundo y medio que dure la caída te demostraré que no tengo vocación de santa ni de figurilla de porcelana. Después, me pondré de pie y así, hecha pedazos, me voy a ir de ti.

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