Licor de café

Ese sonido cómplice que hacen unos hielos en un vasito de cristal nadando en un licor importado de una isla caribeña con 34% de alcohol en su sangre. Ese sonido casi insignificante y repentino que hacen en el más completo silencio de este departamento y que es escuchado por mí y sólo por mí. Se derriten porque se están entregando, están haciendo lo que vinieron a hacer: aman. Caen rápidamente unos sobre otros, se reacomodan, dejan de ser lo que estaban siendo y se ponen a ver el mundo desde el mismo lugar pero desde otro lado. Suenan para mí, tan breve y tan infinitamente. Y lo único que yo puedo hacer es terminarme el trago y venir a escribir esto.

[Truc truc truc...]
en este vaso,
en esta noche,
en esta mujer
suena como un gemido de amor.

No hay comentarios: