Atajos hermosos

Pareciera que lo que hay que hacer es aferrarse a toda costa. Pareciera que el precio a pagar es y siempre ha sido "cuesteloquecueste" y hay que pagarlo porquesíynolemuevas. Ser feliz no importa. Lo que importa es no perder, no soltar, no rendirse. Porque la paz no es indispensable. Porque las ganas se van y hay que aceptarlo. Porque la rutina, el tiempo y los planes nos ganan la carrera, ¡y ni hablar! Porque hay que dolerse y demostrarlo -a gritos, de ser posible-. Porque si amar no es sufrir entonces quién sabe qué sea. Pareciera que hay que estrellarse contra las paredes, rasgarse la vida, morir en el intento y retorcerse de dolor. Y al final, sentirse muy, muy culpable por no haberse retorcido lo suficiente. Y luego que ya no haya nada que hacer, meterse las manos en los bolsillos, hacerse la vida miserable, ver el suelo indefinidamente y patear botes hasta que ya no queden pies ni para caminar. After all, no pain, no gain. Quién sabe, en una de esas, volvemos.

Si el jarrón se rompe, pues pégalo. Y una vez que el pegamento seque bien, asegúrate de poner el lado resquebrajado contra la pared para no estarle viendo las rupturas cada vez que accidentalmente pases por ahí. Cómprale unas lindas flores de colores y no lo vuelvas a tocar jamás. No sea que ahora sí se rompa definitivamente.

Hay que compartirlo todo, fundirse con el otro y ser uno sólo. Hasta que no haya más terreno que el que tenemos en común. Hasta que no seamos otros que los que somos juntos. Menos que eso, no vale, no es suficiente.

Imprímete tanto en mí que acabes por cambiarme. Y al final de los días, cuando decidas que no te gustó tu creación y que me prefieras como era antes de ti, dime que algo cambió, que ya no soy la misma y que ya no te quiero como antes. Dime que algo se rompió e invítame a la tienda a comprar pegamento para el dichoso jarrón. ¿Quién lo paga?

Y es que hay que ver lo lindo. La historia, lo construido, el futuro -hipotético, nublado y feliz a partes iguales-. Eso es en lo que hay que fijarse... ¿y lo demás? Bueno, con lo demás aprendemos a vivir porque a fin de cuentas nadie es perfecto y dios nos libre de estar solos. Más vale pájaro en mano, lo sabemos bien. Además, el amor se transforma y tiene muchas etapas... de las cuales en muchas, pareciera ser cualquier otra cosa menos él mismo. Pero eso es lo de menos, hay que hacer como que no nos damos cuenta.

El conflicto es normal. La comunicación es difícil. Hay que ceder y hacerle creer al otro que él tiene el control, que lo necesitamos hasta para respirar, que sin él la vida no tiene sentido. Hay que hacernos indispensables para que no se vaya, porque al menos, ya lo conocemos y podría ser mucho peor. Y terminar agradeciendo que esto no es una tragedia.

La tranquilidad es desinterés. La incertidumbre es falta de compromiso. La honestidad ha de ser suavizada. "Dile la verdad pero que no se de cuenta", "pídele su opinión pero has lo que quieras" y "hay que poner mucho de nuestra parte todos los días".

Hay opciones que jamás deben ser consideradas, aunque existan y sean. (Como la de no estar). Y, claro, siempre vendrán tiempos mejores. Porque las mejores relaciones se construyen en la adversidad. Y es que si no es así no hay manera de que las cosas funcionen... y pues no, God forbid us.

Me retuerzo como ostión vivo y crudo bajo un chorro de jugo de limón cada vez que todo esto se me vuelve propio. Cada vez que me hablan mis mujeres y me dicen estas -que para mí- son barbaridades medievales, es como si me hablaran en chino mandarín, como si me quisieran meter en un cajoncito en el que para caber, hay que descuartizarme.

Y es que para mí, la valentía y la fuerza no están en quedarse ahí a romperse la vida cuesteloquecueste. Y es que para mí, la felicidad sí es indispensable y el amor debería ser lo más fácil de hacer. Y es que para mí, hay paz en cualquiera de las opciones... ¡porqué sí hay opciones chingadamadre! Y es que para mí, el mundo no se acaba. Perdón pero no se acaba. De verdad que no.

Algo entendí mal. Estoy segura. En algún lugar del camino me perdí. (Y este atajo que encontré, ¡está hermoso y desierto como ninguno que hubiera transitado antes! Me asusta pero me gusta).

Maybe I am the fucking problem, after all...

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