Lo que se acumula

Las flores amarillas en la mesa.
El aire oliendo a tabaco, a vainilla, a otoño y a ausencia.
La cama revuelta y cansada.
Los collares, las pantuflas, el peine.
Las toallas en el baño.
Una bolsa de papel con pan de antier y lo que sobró del jugo de guayaba.
Las botas negras descansando del viaje en la alfombra.
Las plantas que no he regado y que no se quejan.
La guitarra en un-otro rincón.
Los dos relojes marcando cada uno su mundo aparte.
La televisión apagada y lo que olvidaste en la mesa.
El medio aguacate, la ventana, el cenicero que me pide no fumar.
Las servilletas limpias, el salero a medias, los libros vueltos a empezar.
La moneda de un peso que no encuentra su lugar.
La libreta, las plumas, el agua que no hay.
Las batallas del desierto que salieron de una paz húmeda del centro.
La pared al lado de la puerta donde me besaste antes de irte.
Las cosas que flotan. Las cosas que pesan.
Todo lo que me espera cuando no estoy.
Y lo que se acumula.

Las cosas en este departamento me cuentan historias.
Me cuentan dos: la mía contigo y la mía sin ti.

1 comentario:

Anónimo dijo...

no sé por qué al leerlo, me identifico tanto, es como una autobiografía, tal vez...