La mujer del calendario

Las estructuras de antiguo papel,
 ya débiles y arrugadas.
Simulacro de guarida.
Frágil refugio aquél.
Vieja herencia.
Otra más.

[Trocito de historia
de mujer que vivía
adentro de un calendario]

Las esquinas sucias y dobladas,
anotaciones ahí, manchas allá.
Pedacitos de ya no por todos lados.
Olor a viejo y los días encima...

Pobre calendario,
todo su tiempo
sólo pasando el tiempo.

Un día,
-porque todo lo que pasa en este mundo pasa un día-
la realidad se volvió estruendo.
y la tierra sacudida los tumbó
del clavo que los sostenía.
Tembló tanto y tan fuerte
que el techo acabó en el suelo
cayéndose también
la luna de la azotea.
El cielo estrellado en su propia habitación.

De mañana,
el sol le alumbró el desastre
y supo como se sabe la certeza
que, cuanto antes, había que mudarse.

Se lo dejó tan a la suerte
que se fue a vivir
nada más y nada menos
que a una baraja de naipes.

Los días dejaron de ser relojes
y cuadritos destinados a la cruz.
Desenfundó una espada
y la puso bajo la almohada,
sólo por si acaso
alguien... una noche...
Se secó la humedad de las pinturas
y amanecía entre tréboles y corazones.
Dormía abrazando un ocho
y un bufón le contaba cuentos.
Desayunaba trucos con café
y se bañaba en cascadas de agua roja.
Colgó ases negros de sus espejos.
Sembró un jardín de nueves y cuatros,
y algunas noches de invierno,
se preguntaba por el rey.

(...)

Domingo.
Lunes. 
Viernes. 
Sábado. 
Domingo. 
Viernes. 
Lunes. 

Barajeando la semana.
Azar y juego.
Tomar los naipes de la mesa,
acomodármelos entre las manos
y decir "doble o nada".
Perderlo todo.
Recuperarlo.
Perderlo todo.
Volverlo a ganar.
Doble o nada.

¿Quién necesita un martes o un jueves?
¿Quién sabría -si no importara- 
si hoy amaneció miércoles
o atardeció domingo?

Eso no le importa a nadie mas que a la gente que vive en calendarios.
A mí no.
Y cuidado con los temblores
que la luna también se quiebra.

(...)

Tender la cama y abrir las ventanas
el viernes a las cinco y media de la tarde 
es una bendición.
Justo la que yo necesitaba.

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