Al espejo

Volver aquí es mirar al espejo. No al salón de los espejos donde el foco se pierde y lo único que se pueden ver son muchas yos mirándose de espaldas y buscando a la única verdadera multiplicadas todas en la eternidad. De tanto mirarlos, uno se marea. Pero no, a ése no. Sólo a un espejo. De frente. Limpio y honesto. Al espejo de dónde estuve, dónde estoy y el espacio que quedó en el medio. Llenado de café, humo, música y tiempo. Llenado de besos, maletas, libros y ventanas. Escenarios distintos y nostalgias viejas. Otra persona pero siempre la misma. Una yo multiplicándose en la eternidad de las letras... en la eternidad de lo dicho en un tiempo y en un espacio. ¿Cuáles son los reflejos tramposos y cuál soy yo buscándose la espalda? ¿Cuál de todas?

1 comentario:

Lolo dijo...

Ya te extrañaba, no dejes de escribir.
Va con un abrazo