Ya lo dijo Julio

Más allá de tu nombre que son dos y más allá de mi lucha que apenas empieza y me ha dejado desarmada. Más allá del espejo hecho polvo y la mudanza que está por venir. Más allá de un millón de octubres. Más allá de las palabras que no me atrevo a pronunciar porque ni las entiendo ni me alcanzan. Más allá del elefante invisible que se me ha instalado a vivir dentro del pecho y se come todo mi aire. A ti y a mí no se nos hizo tarde; pero mucho menos temprano. He viajado en el tiempo mirándote la mirada. Tu cara mojada, mis ojos abiertos. Que el vino que tomamos ayer, a ti te dio sueño y a mí migraña. Desperté como niña que soñó pesadillas porque así fue. Me creces por dentro con perfecto descaro: como bola de nieve, como tormenta de arena, como lluvia de sal. Nunca se rompió un paradigma sin ensuciar el suelo. ¿Cuándo acordamos esto? No lo recuerdo. Recuerdo reconocerte, eso sí. Muy claramente. Tu norte y el mío son distintos: tú no sabes leer mapas y yo nunca he tenido una brújula. Pero cuando hablamos, dejamos que la verdad nos diga. Y cuando callamos, aún más. Me haces falta de la falta que hace lo que siempre se extrañó. Dudo de mí porque no de ti. Quiero sostenerte los huecos y que me creas cuando te digo que aquí estoy. Necesito que entiendas la paz, lo hermoso, lo gratuito, lo increíble de un porque sí. Lanzando granadas ante banderas blancas, nos vamos a matar. Deja de sembrar peros en la tierra que quiere darte flores. Haciendo el mayor de los verbos, rasgándonos los adjetivos y cerrándole a la historia el paréntesis más grande del mundo. Un abrazo que despierta con el sol. Hay que ser estúpido. Hay que volverse loco que los cuerdos nunca hicieron nada mágico. Y cuando los locos seamos más, los locos serán ellos. Felices. Suena la alarma porque es real, si fuera un juego nadie se asustaría. Se va la tarde y pienso en tus manos. Corre el viento y pienso en tu voz. Cierro los ojos y veo tu boca. No cabe duda porque en su lugar pusimos una ventana que se abre desde dentro y en el balcón un montón de macetas llenas de aves heridas y fértiles. No hay nada más caro que una consecuencia pero afortunadamente, no todo se paga con dinero. Tengo tiempo. No todo el del mundo, como las montañas, pero algo me comprará. Lo voy a poner ahí donde lo veas. Tratamos de poner un punto, acabaste poniendo el segundo y yo el tercero. Y así continuó el continuará que nos sigue siguiendo... Perdóname dos veces, la segunda por si se nos quedó algo en el camino. Ya lo dijo Julio y lo dijo bien. Lo del andar, la búsqueda y el encuentro. Yo no voy a repetir nada, ¿para qué? Si ya nos sabemos.

3 comentarios:

P dijo...

nunca dejes de escribir

G dijo...

¡Muchas gracias!

Lolo dijo...

Como ayer me quedé con ganas de verte y no te vi, entonces vine a leerte: te extrañaba!