Amanecer al revés

Hoy aquí amanecimos al revés.

A medio día. Con frío. Oliendo a ti. Las sábanas casi intactas. Con una nota debajo de la almohada y el aire preguntando porqué no lo respiras. Las ventanas voltearon hacia otro lado, las cuerdas de la guitarra no quisieron vibrar y el fuego de la estufa decidió no quemar. El agua no moja, las fotografías recargadas contra la pared. La música escuchándome a mí, la cama echada a dormir, la mesa parada de cabeza y los libros leyéndome.

Me sobra la falta que me haces.
Tanto.

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