Una novela francesa

Aunque sí hay elementos que se rescatan; en general, podría decirse que no me gustó Una novela francesa. No sólo me parece una novela francesa -con lo que hubiera podido seguir viviendo mi vida como hasta hoy-, sino que me parece una novela francesa, y para franceses, exclusivamente. 

La historia daba para mucho más; le faltó talento. Me pareció molesto tener que estar leyendo referencias en francés en una de cada tres palabras y esos continuos saltos en el tiempo... no sé, totalmente forzados. El autor se pasa un libro entero debatiéndose entre que no se acuerda de su infancia y escribiendo 200 páginas de sus recuerdos de la infancia. Quiere ser radical y se contradice, dice una cosa y hace otra. Reniega de sí mismo y alega estarse buscando. Para mí, que ya se encontró y que no le gustó nada lo que halló. 

La frase que rescato para futuras referencias, aparece casi sin querer queriendo en la página 32: "Es curioso que cuando alguien grita ´¡sálvese quien pueda!´ todo el mundo salga corriendo. ¿Acaso no se puede uno salvar quedándose?" Pero no. La respuesta es obvia.

Es el segundo libro que leo de Frédéric Biegbeder y con el primero (13.99 euros) y gracias a mis años en el mundo publicitario, me identifiqué en casi todo menos en el extremo pesimismo de quien lo escribió y en el constante y sonante chillido de todo-el-mundo-es-una-gran-mierda-gigante-y-no-vale-la-pena-vivir-así. Lo que creo es que el autor está seriamente deprimido y no ha sido diagnosticado con la propiedad que merece el caso. También me parece que tiene el ego más grande que la nube de smog que cubre el Distrito Federal y poblaciones circunvecinas y una patética arrogancia que arrastra bajo sus mimadas y carísimas pantuflas. Es un pretencioso burgués resentido con la burguesía, alguien nacido del confort despotricando artificiosa  y sobre-producidamente contra el mismo. ¡Vaya novedad!

En fin. De cuando en cuando también es lindo leer a alguien que te provoque decir: si este grandísimo hijo de puta pudo escribir un best seller y convencer al mundo de que era escritor, ¿por qué yo no?

"Mi libro ya está terminado. 
Ahora sólo debo comenzar a escribirlo."

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