De cuando...

De cuando el mejor día de la semana era el lunes... el jueves, el viernes, el sábado y el domingo. De cuando no podía escuchar una sola risa tuya más. De cuando todo era una incógnita. De cuando me estaban esperando en dos ciudades. De cuando me arrancaba de esta ciudad. De cuando sólo faltaba un cheque. De cuando mi cama estaba envuelta en plástico y mis sábanas olían a limpio. De cuando mi primera vista de la mañana eran casi todas mis cosas. De cuando tenía un par de boletos de avión que ya quería usar. De cuando ya nada me detuvo. De cuando estaba en casa pero era visita y de cuando era visita pero estaba en casa. De cuando ya todo era cuestión de días, no meses. De cuando no sabía cuándo iba a volver. De cuando me sentí tan segura, tan fuerte y tan libre como hace mucho no me sentía. De cuando no me alcanzaron los adioses, los abrazos, las sonrisas... las gracias. De cuando tenía vacíos los cajones y lleno el tanque de gasolina. De cuando recolectaba miradas llenas de intenciones llenas de todo. De cuando entendí la envidia de quien quiere pero no puede. De cuando dejó de importarme la urgencia de lo ajeno. De cuando nada tuvo más sentido que ir a buscar un sentido. De cuando amanecí con un nosotros en la almohada. De cuando sabías que te quería y que me costaba trabajo irme. De cuando no supe cómo despedirme y entonces abracé y dije: "ya nos veremos otra vez algún día". De cuando fui a mi última clase de yoga donde conocí yoga. De cuando volví a escuchar un disco nuevo y volví a escribir. De cuando todo el poder estaba en ser congruente conmigo misma y nada más. De hoy.

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