Soy casi toda Artemisa, indudablemente.
Con bastantes rasgos de Atenea.
Muy Hestia en muchas cosas.
Hera se prende y se apaga pero no deja de hablar.
A Deméter la tengo casi guardada pero se sabe escapar.
Perséfone me da flojera pero es real, existe.
Afrodita aparece siempre y lo revuelve todo.
Más virgen que vulnerable... todavía.
Muy alquímica.
Sigo queriendo las manzanas de oro
y sigo sin saber quién las va a obtener.
Apostándole a la heroína, no a la víctima; eso sí.
Que lo entienda quien lo pueda entender.
Yo tengo insomnio y no quiero explicar:
El libro se llama Las diosas de cada mujer
y lo acabo de terminar.
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