Hay dos maneras de vivir la vida,
de buscar respuestas, de preguntar porqué.
Una, francamente estúpida, necia, vacía, automática.
Defendiéndose.
Retando a la vida ante la ausencia de respuestas
y dándose de golpes porque no las hay.
La otra, francamente sabia, humilde, plena, curiosa.
Sorprendiéndose.
Admirando la vida ante la ausencia de respuestas
y dándose de golpes porque no las hay.
No hay comentarios:
Publicar un comentario