Señor Murillo:
Yo también #yamecansé. Sólo que a excepción de usted, ayer yo no estaba dando una conferencia de prensa, ni estaba poniendo mi cara frente a México con una corbata atando mi garganta y yo no estaba siendo absolutamente inconsciente e irrespetuosa de todos los contextos sociales, emocionales y psicológicos que me rodeaban, o de sus consecuencias. Afortunadamente, yo no soy usted y yo no tengo sobre mis hombros la carga tan fuerte que debe ser buscar la justicia -que parece que no existe- en este país.
Y le digo que yo también #yamecansé, así con hashtag para recordarle que hay una parte de la población -que si bien no es la mayoría- porque la mayoría de nosotros está absolutamente jodida, enferma, enajenada y asustada como para usar un hashtag y acceder a una computadora, luz eléctrica y todo eso; pero hay otra parte de nosotros que sí está conectada, que sí está educada, que sí está enterada y que está harta.
Usted no se ha dado cuenta que México está hirviendo. Usted debe vivir rodeado de seguridad, con un techo firme sobre su cabeza, servicio a su disposición, agua caliente por las mañanas y tres comidas diarias. Usted probablemente tenga un jardín hermoso que no se preocupa por cuidar y casi no maneje efectivo ni ande en metro; pero verá, hay gente en las calles que está muy enojada. Hay gente que anda en transporte público y que trabaja todos los días, se esfuerza, lee noticias, estudia maestrías. Y va al súper y al teatro y al mercado y que, así como usted dijo ayer, también ya se cansó.
Yo ya me cansé de pagar impuestos al aparato burocrático obsoleto e inútil al que usted pertenece. Yo ya me cansé de su cinismo y de su falta de sensibilidad. Yo ya me cansé de caminar con miedo por las noches o de darle "vueltas" a mi carro a ver si todavía sigue ahí o si ya se lo volaron. Ya me cansé de los gasolinazos, de los baches, de las banquetas sin rampas para discapacitados, de que en cada esquina alguien me pida una moneda y ya me cansé de no traer monedas por echárselas al parquímetro... para pagarte por el espacio que (no) hay entre nosotros, porque ustedes no lo previeron. Y corrieron tras los billetes, como siempre corren tras los billetes. Ya me cansé de las reformas, de esta democracia, de ir a votar, de la inflación, de la basura, de las devaluaciones históricas y desgarradoras que hemos vivido. Ya me cansé de que ir al museo sea un lujo y subirse a un taxi sea un peligro. Ya me cansé de la corrupción, de la impunidad y de la ineficiencia en todos los niveles.
Yo ya me cansé de que mi hermana que está embarazada y tiene la fortuna de vivir en España, tenga increíbles prestaciones laborales, económicas y legales porque va a ser mamá; y que mis amigas que han tenido a sus hijos en México, tengan demasiadas historias de terror que contar de los hospitales, de los médicos. de los seguros de este país. Y de los bancos. Y mi papá también. Y mis abuelos. Y mis vecinos. Y mis tías. Yo ya me cansé de que moverse en esta Ciudad de México sea un problema tan grande, tan cotidiano y generador de tantas frustraciones en 25 millones de nosotros; y de que a ustedes les valga madre y suban las tarifas con la mano en la cintura y nos den atole con el dedo, mientras le escupen la cara a la transparencia y se pasean por los lugares más íntimos de su anatomía, todas nuestras demandas, necesidades y urgencias; porque están muy preocupados por el avioncito que se compraron, o por la gira que se pagaron y por cómo van a calmar y a distraer a los ciudadanos que cada vez están más contestones, más unidos y más encabronados.
Ya me cansé de comer crisis desde que nací, ya me cansé de soñar con una hipoteca a viente años, ya me cansé de tener que dar tanto para que tú te lleves tanto y a mí no me alcance para hacer las cosas que quiero y merezco y tengo que hacer. O de irme a Acapulco, a Culiacán, a Morelia o a Monterrey en paz. Ya me cansé de que estudiar sea un problema; y trabajar, jubilarse, casarse, divorciarse, poner un negocio, no ponerlo, vivir tranquilo, dar vuelta en U, enfermarse, accidentarse, tomar vacaciones, morirse y nacer... sean problemas en este país. Ya me cansé de las moridas y de las mentiras y de las mentadas. Ya me cansé de la prepotencia asquerosa con la que se dirigen a todos nosotros.
Yo digo que México está hirviendo porque así lo siento. Cuando voy a las marchas o a las comunidades más pobres en las que usted nunca estará; cuando trabajo tanto y el dinero se me acaba tan rápido, o se me corta una llamada o se me va la luz o me detiene un tránsito o veo un federal en la carretera o a un soldado o a un diputado. Digo que México está hirviendo porque cuando veo tu cara en la televisión, en los periódicos y hasta en mi teléfono, así lo siento en la panza y en la sangre, siento que hierven como hierve México con los estudiantes y los maestros y los pilotos y los periodistas y los migrantes y los campesinos y los niños del incendio y los indígenas y las mujeres y los gay y los narcos y los ancianos y los vagabundos y los secuestrados y los desaparecidos y los asesinados. Y sus familias. Y todos. Todos menos ustedes.
Usted se cansó ayer un ratito en una conferencia de prensa y nosotros ya nos cansamos de todo lo que usted representa. ¿Cómo le hacemos, señor?
2 comentarios:
¡Como de costumbre G, el don de expresar lo que muchos queremos decir y no nos sale, gracias, de todo esto que dices ... y más, yo también ya me cansé!
Sí, cada vez más hartos de este sistema de dominación.
Abrazo solidario, G.
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