Quería irme a vivir al tobillo del mundo y acabé bebiéndome México en el pecho del planeta. Quería respirar aire puro, acabé sin viento en las costillas. Creía ser invencible y acabé de rodillas frente a ti. Quería hacer una carrera, terminé tomando carretera. Pretendía esconder mis letras y acabé sembrándolas en una tierra tan fértil que germinaron en las faldas de una verde montaña al ladito de un campo de flores y un árbol de tronco hermoso; sus hojas fueron mis hojas. Quería ternura, encontré violencia. Buscaba guerra, me hiciste la paz. Quería levantar una torre y dije "renuncio" tres veces. Yo ya no quería saber nada y acabé estudiando más. Planeaba ir a Costa Rica, se me atravesó Chiapas. Sentía mariposas en el estómago: eran palabras hechas ala. Decía ser incansable y terminé frente a un médico con un diagnóstico brutal y espantoso: "lo que usted tiene, señorita mía, es cansancio, ¡cansancio crónico, además!" Incansable ni la mujer maravilla. Anhelaba levantar la voz y acabé derramando el alma. Vestía de naranja y me quitaste la ropa. Quería callar y me colgué del cuello una clave de Sol. Quería saludar a la mañana y amanecí de mal humor. Deseaba besar a la luna y la noche me mojó las manos. Quería medir el suelo y vi un saxofón de cielo. Creía haber sanado y reventó la cicatriz. ¿Qué me voy a decir ahora si ya no es la excepción? ¿Ahora qué? Deseaba ser huracán y fuego; fui libro, mujer y mar. Quería besar la tierra, acabé 14 pisos arriba. Quería llorar y caminé descalza. Quería ser fuerte y me puse un vestido... azul con blanco, sin mangas y por arriba de la rodilla. Quería ser suave y me corté (de una) todo el pelo. Pedía justicia y le hablé a la policía. Exigía un paseo y se me rompió un zapato. Quería ver a mis padres y mi cumpleaños 30 cayó lejos y en viernes. Necesitaba descansar y viví sin tregua un mes completo. Tenía hambre y no cenaba. Presumía tener el control y el control me volteó la cara. Quería dormir, acabé llenando las bolsas de mis ojos de aventuras y de ti. Quería pretextos, quitaste el pre y me dejaste los textos. Buscaba silencio y me aprendí tus canciones. Todas. Rogaba al tiempo que pasara y me sorprendí cuando octubre se rompió. Quería robarte las horas y me dejas hablando sola. Quería ser grande y acabé siendo feliz. Quería ser libre y acabé siendo tuya. Quería buscar y me encontraste. Creía saber quién soy y apareciste.
Un jueves por la mañana me preguntas por qué viajo
y el domingo por la noche explotas en mis oídos.
Hablas de mi voz como si conocieras mi mirada
y te pongo las respuestas sin necesidad de preguntar.
Salí de donde salen los que no saben de dónde salieron,
"bienvenida al mundo de los valientes".
Y a mí no me pasa un día
sin que alguien me llame loca.
¿Pretérito imperfecto?
¿Imperfecto de dónde...
si es todo lo que yo tengo?
(...)
Quería historias y ésas sí las tuve todas.
Pero es que sí hay que ser poquito salvaje
para estar absolutamente viva.
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